Consecuencias de la primera guerra mundial

En terminos económicos, la Primera Guerra Mundial significó grandes pérdidas de dinero y de recursos. Lo primero fue la destrucción del parque industrial, especialmente el alemán. En terminos generales, europa se vio expuesta a un aumento de la brecha social entre ricos y pobres, derivada tanto de las pérdidas materiales como de la discapacidad física tras el combate, la viudez y la orfandad inducidas. Las sanciones económicas establecidas contra Alemania dejarían sumido al país en la pobreza extrema y dificultaría su recuperación, lo que generaría un gran malestar y resentimiento en contra de los países aliados. Consecuencias geopolíticas Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, desaparecieron los imperios alemán; austrohúngaro; Imperio otomano y ruso. Este último se vio fracturado por la Revolución rusa que tuvo lugar en 1917, movida, entre otras razones, por la participación de este Imperio en la Gran Guerra. El mapa europeo se reestructuró y aparecieron naciones como: Checoslovaquia, Hungría, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Polonia y Yugoslavia. Además, Alemania sufrió grandes pérdidas territoriales que, numéricamente, representaron el 13% de sus dominios solo en Europa. Alemania debió entregar Alsacia y Lorena a Francia; a Bélgica entregó las regiones de Eupen y Malmedy; a Dinamarca, el norte de Schleswig; a Polonia, algunas regiones de Prusia Occidental y Silesia; a Checoslovaquia, Hultschin; a Lituania, Memel y, finalmente, a la Sociedad de Naciones le cedió el control de Danzig y la región industrial de Saar, que quedó bajo su administración por unos tres lustros. A esto se sumó la entrega de sus colonias en ultramar, las cuales fueron repartidas entre los aliados. Vea también Revolución rusa. Consecuencias ideológicas Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial no fueron solo económicas o materiales. Nuevos discursos ideológicos aparecerían en la escena. A la extrema izquierda, la expansión del comunismo, que había ascendido por primera vez al poder con la Revolución rusa de 1917, desde su formulación teórica en el año 1848. A la extrema derecha, el nacimiento del nacional-socialismo (nazismo) en Alemania y del fascismo en Italia, con sus respectivos focos de irradiación. A pesar de sus profundas diferencias, todas estas teorías tendrían el común el rechazo al modelo del capitalismo liberal.